Fimosis en la infancia: todo lo que necesitas saber
La fimosis es una condición frecuente en los niños pequeños, que consiste en la imposibilidad de retraer el prepucio (la piel que recubre el glande) de forma natural. Aunque puede generar cierta preocupación entre los padres, lo cierto es que, en la mayoría de los casos, es una situación fisiológica que se resuelve por sí sola con el tiempo. No obstante, hay situaciones en las que es necesario un tratamiento médico o quirúrgico.
¿Cuándo se considera la fimosis un problema médico?
En recién nacidos y niños menores de tres años, la fimosis fisiológica es normal y no requiere tratamiento. A medida que el niño crece, el prepucio se va despegando progresivamente.
Sin embargo, se considera una fimosis patológica cuando:
Persiste más allá de los 5-6 años sin signos de mejoría.
Causa infecciones urinarias recurrentes (balanitis o infecciones del glande).
Se produce dolor o sangrado al orinar o durante la erección.
Dificulta la higiene adecuada del pene.
Opciones de tratamiento para la fimosis infantil
El tratamiento dependerá de la edad del niño, el grado de retracción del prepucio y la presencia de complicaciones.
Tratamiento conservador con corticoides tópicos:
En casos leves, puede indicarse una crema con corticoides durante unas semanas, aplicada en el prepucio con masajes suaves. Este método tiene una alta tasa de éxito y evita la cirugía en muchos casos.Cirugía de fimosis (circuncisión):
Cuando el tratamiento médico no resulta eficaz o existen complicaciones, se recurre a la circuncisión, una intervención quirúrgica que consiste en la extirpación parcial o total del prepucio. Se realiza bajo anestesia general y, en la mayoría de los casos, el niño puede volver a casa el mismo día.
La intervención de la fimosis es segura, rápida y con mínimas molestias postoperatorias. La recuperación suele ser rápida, y se recomienda mantener la zona limpia y aplicar pomadas cicatrizantes durante los primeros días.
¿Qué beneficios aporta el tratamiento de la fimosis?
Cuando está bien indicado, tratar la fimosis puede mejorar notablemente la calidad de vida del niño:
Se reducen las infecciones de orina y del glande.
Se facilita la higiene íntima.
Se evitan molestias en la adolescencia y edad adulta, como dolor en las relaciones sexuales o infecciones de transmisión sexual.
¿Cuándo consultar a un cirujano pediátrico?
Si tu hijo tiene más de 5 años y aún no puede retraer completamente el prepucio, presenta síntomas o infecciones frecuentes, lo más recomendable es acudir a un especialista en cirugía pediátrica. El Dr. Jorge Cortizo realiza un abordaje integral de cada caso, valorando si el tratamiento conservador puede ser suficiente o si es necesario intervenir quirúrgicamente.
Conclusión
La fimosis es una condición frecuente y, en la mayoría de los casos, benigna. No obstante, cuando interfiere con la higiene, causa molestias o persiste en el tiempo, puede requerir tratamiento. Un diagnóstico precoz y un seguimiento adecuado por parte de un cirujano pediátrico son claves para evitar complicaciones y asegurar el bienestar del niño.